Una vida de la que no necesite vacaciones
- Viajera Sin Maleta
- 10 feb 2016
- 2 Min. de lectura

Revisando el incio de facebook me encuentro con esta imagen publicada por una de las tantas páginas de frases motivacionales que sigo. "Mi meta es tener una vida de la que no necesite vacaciones", qué frase más potente, ojalá fuera capaz de no aburrirme de las cosas, de no querer cambios, si hasta el chocolate que me encanta me termina hostigando.
Cada vez que comienza un nuevo año todos (o la mayoría de nosotros) nos ponemos a evaluar nuestra vida, en todos los ámbitos: laboral, amoroso, salud, etc. Ahora sentada frente a un computador en una oficina a una hora de que termine mi jornada laboral, compruebo que no es acá donde quiero pasar cada día del año, sentada sin ver la luz del sol, sin respirar aire fresco, no digo airo puro porque estamos en Santiago, pero por lo menos aire que no venga de una máquina de aire acondicionado. Menos mal este es un reemplazo de 3 semanas, aunque tampoco me puedo quejar tanto, el ambiente es bastante bueno, pero así y todo no es lo que quiero para mí.
¿Y qué es lo que quiero para mí? Difícil pregunta que desde los 18 años aún no logro responder. Feliz habría sido bailarina, ganas no me faltaron pero sí las condiciones. Cuando llegó el momento de elegir una carrera para estudiar opté por Traducción Inglés-Español, me gustan los idiomas y no quería ser profesora así que esta parecía ser la mejor opción. Pero cuando me titulé una amiga profesora de historia que trabajaba en un colegio me ofreció pega para hacer clases de inglés y lo acepté para comenzar a tener experiencia. Al final estuve 2 años haciendo clases en ese colegio y de ahí no he parado desde hacer clases particulares, en institutos y empresas, qué labor más enriquecedora la de un maestro, es tan gratificante hacer que una persona aprenda gracias a lo que tú le estás entregando, quizás puede parecer un poco ególatra, pero yo no busco que nadie me admire, solo disfruto de ver cuando alguien logra aprender y comprender algo que antes era desconocido para él.
Así que para este año mi objetivo es dedicarme a hacer clases (aunque no me haga millonaria) y así disfrutar de mi trabajo y no sentir que cada día me levanto para llegar a un lugar donde voy a estar contando las horas para que termine la jornada. Ahora ya quedan 20 minutos para mi hora de salida, momento de ir al baño y arreglar las cosas para partir.
Kommentare